¿El derecho apesta?

Esta  fue la pregunta que le dió vuelta a mi cabeza mientras que estudié en la facultad de derecho (o de derecha) en la UNAM, por esos años vivía en una crisis existencial, porque me  repugnaban los formalismos, las simulaciones, los argumentos de autoridad, también, el autoritarismo de los profesores, no sabía qué hacer, no sabía cómo salir de este problema, me daba pena decir que era abogado, fue hasta que terminé la carrera y tuve contacto con el TPP capítulo México, que me di cuenta que todos los grupos y movimientos sociales estaban consientes de la importancia del Derecho, pero carecían de abogados honestos, que las autoridades no respetaban las resoluciones cuando ganaban los juicios, y sobre todo que el Estado usaba el Derecho para reprimirlos, ahí fue cuando comprendí que había que hacer algo, y eso era practicar el positivismo jurídico de combate.